La Pascua es la fiesta de los que corren. Todos llegan cansados al sepulcro, pero salen corriendo. Se trata de una metáfora de la vida. Evangelizar es portar con prontitud la luz que irradia la Resurrección. En medio de tanta oscuridad, por muy discreta que parezca nuestra llama, emitirá un resplandor enorme. Marca a otros el camino. Sal corriendo. No reprimas esa noticia que has recibido.