Sé de quien me he fiado
Poco antes de ser ejecutado, san Pablo escribe a su fiel amigo Timoteo para despedirse. En mitad del lógico miedo que el martirio suscita, san Pablo prorrumpe en expresiones de confianza en el poder de Dios, en quien ha depositado toda su confianza. Así nos enseña a apoyarnos en su fuerza, en una gracia que se nos otorgó desde toda la eternidad.